El artista español José Manuel Castro López parece tener la capacidad de transformar las propiedades estructurales de las rocas.
Manipula la superficie de la piedra para
crear una nueva forma.
Convierte un
objeto clásico de la naturaleza que todos conocemos como algo sólido en algo
extraño, maleable y suave. Su trabajo, por un momento, obliga al espectador a
cuestionar la realidad.
Algo que debería
ser “tan duro como una roca” se convierte en algo flexible como una masa. Con
pliegues, cortes simples y pellizcos, parece que el artista es capaz de
esculpir rocas como si fueran tan flexibles como la arcilla.
Cada pieza tiene un cierto sentido del humor
para él, ya que es una ilusión óptica que hace preguntarse al espectador y
reflexionar sobre su propio sentido común.
Sin embargo, el
trabajo también ofrece una cierta semejanza casi inusual a la carne, con un
aspecto más oscuro, más complejo. Con estas carnes como objetos, las
propiedades de lo que parece ser la piel comienzan a ser distorsionadas.
Por ejemplo, su escultura de lo que parece
una punción de un anillo. O bien, la escultura de lo que parece ser el
resultado de carne que ha sido estirada al máximo su capacidad para ser
elástica. Con una gran variedad de piezas, José Manuel Castro López crea un
trabajo inteligente que realmente juega con trucos visuales./Coyotitos.com
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