Según cuenta la leyenda de los vikingos, los marinos nórdicos usaban una "piedra solar" brillante que les ayudaba a encontrar el camino en el océano, la elevaban al cielo y esta piedra les decía con exactitud dónde estaba el sol, sin importar que el cielo estuviera tapizado de nubes.
Investigadores de la Universidad de Rennes, en la región de Bretaña, Francia, creen haber encontrado este mítico instrumento. Se trata de un cristal rectangular aparecido en un buque de guerra inglés que naufragó en el siglo XVI. La piedra está hecha de espato de Islandia, una forma transparente y de formación natural de cristal de calcita que polariza la luz y puede indicar la posición del Sol.
Los investigadores, según informa France 24, realizaron un análisis químico de una muestra pequeña de la roca, utilizando un dispositivo llamado espectrómetro, que confirmó que era una calcita. La piedra es aproximadamente del tamaño de una pequeña barra de jabón cuyos bordes han sido recortados en ángulo. En términos técnicos, su forma es romboédrica. Es de color blanco lechoso, y no es transparente, pero los nuevos experimentos muestran que se trata de una decoloración de la superficie, causada por los siglos de inmersión en el agua del mar y la abrasión por la arena, según el estudio.
Los autores publicaron el estudio en la revista Proceedings de la British Royal Society A, ahí también dicen que otros factores proporcionan la evidencia de que se trata de una piedra solar, de acuerdo con la investigación. El cristal se encontraba entre los restos de otros instrumentos de navegación y pudo ser utilizado como respaldo de una brújula magnética. "Aunque era fácil de usar, la brújula magnética no siempre era fiable en el siglo XVI, ya que la mayoría de los fenómenos magnéticos no se entendían", dicen los investigadores.
Fuente: ABC/jm
Investigadores de la Universidad de Rennes, en la región de Bretaña, Francia, creen haber encontrado este mítico instrumento. Se trata de un cristal rectangular aparecido en un buque de guerra inglés que naufragó en el siglo XVI. La piedra está hecha de espato de Islandia, una forma transparente y de formación natural de cristal de calcita que polariza la luz y puede indicar la posición del Sol.
Los investigadores, según informa France 24, realizaron un análisis químico de una muestra pequeña de la roca, utilizando un dispositivo llamado espectrómetro, que confirmó que era una calcita. La piedra es aproximadamente del tamaño de una pequeña barra de jabón cuyos bordes han sido recortados en ángulo. En términos técnicos, su forma es romboédrica. Es de color blanco lechoso, y no es transparente, pero los nuevos experimentos muestran que se trata de una decoloración de la superficie, causada por los siglos de inmersión en el agua del mar y la abrasión por la arena, según el estudio.
Los autores publicaron el estudio en la revista Proceedings de la British Royal Society A, ahí también dicen que otros factores proporcionan la evidencia de que se trata de una piedra solar, de acuerdo con la investigación. El cristal se encontraba entre los restos de otros instrumentos de navegación y pudo ser utilizado como respaldo de una brújula magnética. "Aunque era fácil de usar, la brújula magnética no siempre era fiable en el siglo XVI, ya que la mayoría de los fenómenos magnéticos no se entendían", dicen los investigadores.
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