La desaparición de la civilización maya es uno de los grandes enigmas de
la humanidad, los mayas fueron capaces de predecir el fin del mundo (al menos
eso es lo que muchos piensan), pero no pudieron anticipar el fin de su propio
mundo.
La cultura maya dominó Mesoamérica entre los siglos
IV y XI de nuestra era, los científicos consideran que un largo periodo de sequía
marcó el colapso de esta civilización.
Un equipo internacional de arqueólogos e
investigadores de ciencias de la tierra han un estudio de estalagmitas
bimilenarias al sur de Belice que parece respaldar esa teoría; los
investigadores han armado un cronograma que relaciona el cambio climático con
el origen, expansión y declive de la cultura maya.
En el artículo publicado por la revista -Science-,
los investigadores reconstruyen registros de lluvias a partir de muestras de
estalagmitas recogidas en la cueva Yok Balum, próxima a la antigua ciudad de
Uxbenka, y los comparan con la narrativa histórica maya tallada en piedra en
los monumentos de la región.
El doctor James Baldini, de la Universidad de
Durham (Reino Unido), es el principal impulsor de la teoría que señala que una
profunda sequía marcó el fin de la culltura maya, y señala que "el ascenso
y caída de la civilización maya es un ejemplo de cómo una sofisticada
civilización no sabe adaptarse con éxito al cambio climático".
Según la teoría de Baldani, los períodos de alta
precipitación aumentó la productividad de los sistemas agrícolas y dio lugar a
un aumento de la población y la sobreexplotación de recursos; el clima
progresivamente más seco llevaría a la desestabilización política, y a la
guerra cuando los recursos se agotaron.
Fuente: ABC
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